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El embarazo es un período crítico que requiere cuidados y atención especiales. Sin embargo, eso no significa que uno tenga que dejar de hacer ejercicio por completo. De hecho, hacer ejercicio durante el embarazo es fundamental ya que aporta beneficios físicos y emocionales. Mejora la salud cardiovascular, reduce el aumento excesivo de peso, ayuda a dormir mejor y reduce el riesgo de diabetes gestacional, entre otras cosas. El Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos (ACOG) recomienda que las mujeres embarazadas realicen al menos 150 minutos de actividad física de intensidad moderada repartidos a lo largo de una semana. Las mujeres embarazadas que eran físicamente activas antes del embarazo pueden continuar con su rutina de ejercicios, pero con moderación. Ahora echemos un vistazo a las actividades seguras y beneficiosas que puede realizar una mujer embarazada. Caminar: caminar es un ejercicio sencillo que se puede hacer en cualquier lugar sin ningún equipo. Es un ejercicio de bajo impacto que no ejerce una tensión indebida sobre las articulaciones. Caminar durante 30 minutos al día puede ayudar a las mujeres embarazadas a mantener un peso saludable y mejorar los niveles de condición física. Natación: La natación es otro excelente ejercicio de bajo impacto que ayuda a las mujeres embarazadas a mantenerse en forma. Proporciona un entrenamiento de cuerpo completo que desarrolla resistencia y fuerza. La natación también alivia la hinchazón y reduce el estrés del cuerpo, por lo que es un ejercicio ideal durante el embarazo. Yoga: El yoga es una técnica de relajación que reduce los niveles de estrés y mejora la flexibilidad. Brinda a las mujeres embarazadas la oportunidad de conectarse con su cuerpo y el bebé. Las clases de yoga prenatal están disponibles para las futuras madres que les enseñan posturas que son seguras para el embarazo. Entrenamiento de fuerza: Los ejercicios de entrenamiento de fuerza que utilizan pesos ligeros son seguros durante el embarazo. Estos ejercicios aumentan la fuerza y la resistencia de los músculos, lo que ayuda durante el trabajo de parto y el parto. Las mujeres embarazadas pueden hacer ejercicios como sentadillas, estocadas y flexiones de bíceps. Sin embargo, las actividades de alto impacto como los deportes de contacto, el esquí y la equitación deben evitarse durante el embarazo. También se deben evitar las actividades que aumentan el riesgo de caídas, como la gimnasia. En conclusión, las mujeres embarazadas pueden estar activas y participar en ejercicios de intensidad moderada que son seguros y beneficiosos para su salud. Se recomienda que consulten a su proveedor de atención médica antes de comenzar cualquier programa de ejercicios. El ejercicio durante el embarazo es un componente esencial de un embarazo saludable y puede ayudar en el desarrollo físico y emocional tanto de la madre como del bebé.
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