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Las pruebas de detección prenatales son pruebas que se realizan durante el embarazo para detectar posibles problemas de salud tanto en la madre como en el bebé. Es importante estar al tanto de las pruebas que están disponibles y lo que pueden decirle sobre la salud de su bebé. La primera prueba que se recomienda para las mujeres embarazadas es un análisis de sangre. Esta prueba busca anomalías genéticas o cromosómicas en el bebé, como el síndrome de Down u otros trastornos cromosómicos. También detecta infecciones como el VIH, la hepatitis B y la sífilis. Su médico también puede ordenar un análisis de sangre para detectar anemia, presión arterial alta y otros problemas de salud. La segunda prueba es una ecografía. Esta prueba se usa para verificar el desarrollo del bebé y puede detectar cualquier defecto de nacimiento. También puede mostrar la posición del bebé en el útero y el tamaño del bebé. La tercera prueba es una prueba de detección de suero materno. Esta prueba busca cualquier problema potencial con el desarrollo del bebé. Puede detectar trastornos cromosómicos, defectos del tubo neural y otros trastornos genéticos. La cuarta prueba es una amniocentesis. Esta prueba se usa para verificar si hay anomalías genéticas o cromosómicas en el bebé. Generalmente se realiza entre la semana 15 y 20 de embarazo. La quinta prueba es una muestra de vellosidades coriónicas (CVS). Esta prueba se realiza entre la semana 10 y 13 de embarazo. Se utiliza para detectar cualquier anomalía cromosómica en el bebé. La sexta prueba es una prueba sin estrés. Esta prueba se hace para verificar la frecuencia cardíaca del bebé y asegurarse de que esté recibiendo suficiente oxígeno. Por lo general, se realiza entre la semana 28 y 32 de embarazo. La séptima prueba es un perfil biofísico. Esta prueba se usa para verificar el movimiento, la respiración y la frecuencia cardíaca del bebé. Por lo general, se realiza entre la semana 32 y 36 de embarazo. Estos son los exámenes prenatales más comunes que se recomiendan para las mujeres embarazadas. Es importante hablar con su médico acerca de qué pruebas son adecuadas para usted y su bebé. Al saber qué pruebas están disponibles, puede asegurarse de que está haciendo todo lo posible para garantizar un embarazo saludable.
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